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Diálisis
Aguda y Crónica
Desde la década del 60 los tratamientos de reemplazo
de la función renal ya sea en pacientes agudos
como crónicos, se convirtieron en un recurso
habitual. La modalidad de diálisis extracorpórea,
conocida como HEMODIALISIS, como para la intracorpórea
denominada DIALISIS PERITONEAL se desarrollaron en forma
paralela.
En ambos tratamientos intervienen la DIFUSIÓN
y OSMOSIS a través de una membrana semipermeable
(dotada de poros que permiten pasar líquidos
y sólidos según su tamaño) como
mecanismo físico.
Para la hemodiálisis, dicha membrana se encuentra
en el "filtro de diálisis o riñón
artificial", que no es otra cosa que una
unidad o cartucho descartable de 2 compartimentos separados
por la mencionada membrana. A través de uno de
los compartimientos circula la sangre del paciente cargada
de toxinas y exceso de líquido. Por el otro circula
en sentido inverso el "baño de diálisis",
una solución preparada por la máquina
de diálisis y que es de una composición
similar al agua corporal de un individuo normal. De
ese modo, las toxinas en la sangre difunden hacia el
baño y este es posteriormente descartado. Para
efectuar este tratamiento, el paciente debe contar con
un acceso vascular que permita la circulación
sanguínea extracorpórea a través
del dializador. Existen esencialmente 3 tipos de accesos
crónicos posibles: Fístula arteriovenosa,
prótesis vascular y catéteres transitorios
y permanentes.
En la diálisis peritoneal, se utiliza el peritoneo,
membrana biológica que recubre los órganos
abdominales, llamada "membrana peritoneal".
Se distingue del "riñón artificial"
por estar formada de células vivas.
La sangre circula por una fina red de millones de microscópicos
vasos sanguíneos (capilares) que también
tienen poros que los tornan extremadamente permeables.
La difusión de toxinas tendrá lugar entre
la sangre de los capilares, cargada de impurezas, y
el líquido de diálisis o dializado que
se infunde en forma estéril dentro del abdomen
a través de un pequeño conducto implantado
llamado "catéter peritoneal". El líquido
de diálisis es provisto en bolsas plásticas
de diferente volumen y debe ser regularmente cambiado
durante el día por líquido nuevo.
Dos modalidades están disponibles, a
saber:
Diálisis Peritoneal continua ambulatoria
Se trata de una diálisis confortable, efectuada
en su domicilio por el propio paciente o algún
miembro de su entorno, tras completar un exhaustivo
entrenamiento técnico. Para tal fin, se inserta
quirúrgicamente un catéter o conducto
en la cavidad abdominal. Tras un período de cicatrización
y entrenamiento de 1 mes, el paciente comienza a realizar
el procedimiento en su domicilio, que consiste en realizar
cuatro cambios de la solución de diálisis
abdominal por día (se conecta a través
de su catéter con un set de diálisis que
incluye una bolsa vacía que recibirá el
líquido de drenado, una bolsa llena de solución
fresca y un sistema de tubuladuras). Personal especialmente
dedicado a esta modalidad se mantendrá en permanente
contacto telefónico con el paciente, quien una
vez por mes deberá concurrir a control médico
y de laboratorio.
Diálisis Peritoneal continua ciclada
Una variante del sistema ya descripto lo constituye
la diálisis efectuada mediante la intervención
de una máquina llamada cicladora.
Con el uso de este equipo, los cambios los realiza y
controla la máquina con volúmenes de líquido
de diálisis y a intervalos programables. |